La Inteligencia Artificial transforma todo: es el turno de la industria legal
Cuando en 2023 Chat GPT 4.0 logró pasar el BAR Exam, el examen que toman los abogados en Estados Unidos para poder ejercer la profesión, la inteligencia artificial (IA) vivió su gran momento de “graduación” en la industria legal. Albert Einstein dijo una frase que no pierde vigencia: “no podemos resolver nuestros problemas con el mismo pensamiento que usamos cuando los creamos". Es casi una invitación para analizar lo que sucede en el sector legal.

Unilever ha establecido tres centros de servicios legales en Barcelona, Ciudad de México y Bengaluru, empleando a 85 profesionales que gestionan grandes volúmenes de contratos legales. Estos centros utilizan tecnologías avanzadas, incluyendo IA generativa, lo que les permite abordar tareas legales complejas de manera eficiente. La adopción de herramientas de IA ha incrementado la productividad, permitiendo a los abogados ahorrar un promedio de 30 minutos diarios.
También en España, en la región del País Vasco, el Departamento de Justicia y Derechos Humanos ha implementado proyectos de IA como la transcripción automática de vistas judiciales y la traducción automática de documentos entre euskera y castellano. Estas tecnologías permiten convertir audios de juicios en texto y traducir documentos, facilitando su análisis y acceso. Según Igor Ellakuria, responsable de informática del departamento, estos sistemas han mejorado la productividad y reducido los tiempos de los procedimientos judiciales hasta en un 50%.
En Perú podemos mencionar a Lemontech, una empresa de origen chileno con presencia en el país, que desarrolla software para la gestión legal, incluyendo herramientas que incorporan IA para optimizar procesos en estudios jurídicos.
Más allá de estos casos hay un paso más que están dando las tecnológicas y es integrar colaboradores expertos a las estructuras del desarrollo de software para que a la transformación del sector legal no se le escape ningún detalle que a la postre podría ser sensible. ¿Por qué un programador tiene que saber de derecho? Y volvemos a Einstein y a su frase: para sortear nuevos desafíos hay que pensar acciones diferentes.
Es el caso del unicornio Globant, con oficinas en Lima y Arequipa, que incorporó a la abogada Karen Kamelman para que lo más avanzado de la IA se integre puntillosamente en un sector tan detallista y cambiante como el legal.
“Hasta ahora, la tecnología estaba alejada del ejercicio de la abogacía o era una cuestión exclusiva del área de IT de las empresas. Sin embargo, hoy somos cada vez más conscientes de que la tecnología atraviesa todos los aspectos de nuestra vida, dentro y fuera del trabajo. Comprender estas necesidades es fundamental para entrelazar el conocimiento de la industria a las soluciones tecnológicas” explica la Dra. Karen Kamelman, Managing Director de Legal AI Studio, la unidad de negocios de Globant que se aboca al mundo del derecho.
El Legal AI Studio de Globant ofrece soluciones digitales especializadas para modernizar departamentos legales, estudios de abogados, sistemas judiciales y administraciones públicas, optimizando su eficiencia en un entorno en constante cambio. Su enfoque integral identifica brechas y redundancias en los flujos de trabajo antes de automatizar procesos, garantizando resultados consistentes. Proporciona herramientas personalizadas para cada sector: mejora la toma de decisiones y reduce costos en departamentos legales, impulsa la innovación y precisión en bufetes de abogados, y agiliza operaciones en el ámbito judicial y gubernamental. Además, promueve la accesibilidad a la justicia y la gestión del conocimiento a través de tecnología segura e integrada.
Esto toma especial relevancia en Perú. La Escuela de Educación Superior CIBERTEC aseguró que uno de los sectores con mayor interés en sus Bootcamps es el Legal. Uno de sus últimos fue con el Estudio de abogados Rebaza, Alcázar & De Las Casas con el objetivo de lograr la integración eficaz de la Inteligencia Artificial en las actividades diarias del bufete. Los abogados reconocieron: “Es vital que todos los colaboradores puedan configurar la IA y utilizarla como un aliado en sus empresas”.
Los cambios recién comienzan. Goldman Sachs publicó un informe en el que reveló que el sector legal sería el segundo más afectado por la revolución de la IA generativa, con casi la mitad de sus actividades (44%) susceptibles de automatización en los próximos años y tiene argumentos.
Un whitepaper del Liquid Legal Institute (2023), basado en entrevistas a 200 estudios jurídicos y 100.000 profesionales, reveló que el 38.2% de las tareas legales son sencillas y repetitivas, cifra que aumenta al 52% en litigios. Además, el 79.7% de los encuestados considera que la investigación legal podría simplificarse con IA, mientras que el 72.1% señala lo mismo para la revisión de documentos y el 55.8% para la redacción de contratos. Asimismo, el 40% ve potencial en la IA para optimizar procesos como due diligence, gestión de casos, cumplimiento normativo y análisis contractual.
“La IA analiza patrones en documentos legales. Por ejemplo, si un acuerdo de confidencialidad tiene distintas variaciones, la IA detecta esos desvíos y genera un proceso que permite a los abogados entrenarla para responder a cada escenario con cláusulas y explicaciones específicas. Lo realmente increíble es que la IA puede procesar grandes volúmenes de información legal—casos previos, leyes, reglamentos—e identificar tendencias que pueden aportar valor en cada situación. Finalmente, puede generar documentos legales estandarizados a partir de plantillas y criterios definidos por el abogado, ahorrando tiempo y reduciendo errores humanos”, concluye Kamelman.